Gacetilla Cavalcante, Muleiro y Hoff
“Si las puertas de la percepción quedaran depuradas todo se habría de mostrar tal cual es: infinito”. William Blake.
La utilización de plantas alucinógenas en rituales extáticos, junto con la experiencia onírica, han sido a lo largo de la historia algunas de las formas de conocimiento en donde la percepción de lo que consideramos el mundo “real” se ve modificada o acrecentada.
Lo onírico e imaginario participan de la magia del éxtasis. Las psicologías profundas abarcan aspectos de la realidad que no se pueden explicar a través de la materia, dan cuenta de la dimensión vital que representan para el ser humano en su totalidad. La experiencia imaginaria forma parte del hombre al mismo nivel que la experiencia diurna y las actividades práctico-racionales. Podríamos sugerir entonces que los sueños y las visiones construyen un imaginario simbólico donde el inconsciente se manifiesta en forma de arquetipos, animales y seres fantásticos, entrelazando lo real y lo trascendente con las profundidades del ser humano.
En el universo onírico que nos proponen Cavalcante y Muleiro podemos ver figuras sumergiéndose en aguas primordiales que luego renacen bajo un cielo dorado, poblado de formas geométricas, y personajes interpelados por seres enmascarados que se introducen dentro de la piel de una serpiente. Una extrañeza mística se manifiesta. Las obras de estos dos artistas no solo invitan a la contemplación: los trajes y máscaras que se encuentran en la sala nos invitan a mirar a través de ellas, a imaginar la mirada del chamán que amplía y multiplica lo que percibimos a nuestro alrededor.
Podría decirse que esta exhibición intenta sumergirnos en las profundidades de un saber desconocido y develarnos distintas capas de sentido que finalmente vuelven a envolverse en el misterio.