Romina Estecher

Construir un Paisaje Imaginario

Por Romina Estecher

Hablar de asombro es hablar de lo maravilloso. Contemplar lo que existe, que perturba, que estremece. Así, comenzamos a percibir los misterios de la existencia y preguntarnos sobre ellos. Todo lo que es, es porque existe. Pero no se sabe qué es, por qué, y para qué es, cómo es, de dónde viene, ni a dónde va.
Quizás sea el trabajo divino crear lo que nos rodea, el mundo, el universo, la eternidad, el infinito, el tiempo; y todo eso tiene su origen en el asombro.

Con esa premisa, intervengo mediante diferentes estrategias, diferentes soportes.
Busco construir un paisaje imaginario, como el objeto de un encuentro, un aquí-ahora. Como un lugar que todavía no existe del cual brotan inagotables aquíes y ahoras, siempre nuevos, con otras formas en estado libre y salvaje, a partir de un horizonte móvil, de un centro siempre descentrado, de una periferia siempre desplazada que los repite y diferencia, explorando las relaciones que existen entre el paisaje que percibimos y nosotros mismos.