Una mujer con su cabeza pintada en tonos de azul nos observa. Su cuello se estiliza y tiene un collar que sugiere la presencia de un camafeo inexistente. “Camafeo”, la canción de Spinetta Jade, suena mientras Virasoro pinta esta imagen.
Un Koan Zen dice: “¿Cómo era tu cara original antes de que nacieran tus padres?” Hay un tiempo sin tiempo en la pintura de Virasoro, con planos de colores lisos y líneas muy simples en las que incluso a veces algunos trazos se desmaterializan. La artista nos despierta sensaciones donde pareciera que el mundanal ruido se suspende. Nos conecta con un mundo poético y trascendente en el cual todo puede ocurrir.
En otra pintura, una mujer queda suspendida en el cielo. ¿Tiene una piedra o un ojo de color verde en el lugar donde se genera la voz? La percepción visual y el sonido aquí se funden en ese cielo de la hora mágica del crepúsculo. Es entonces cuando todos los sentidos se expanden y hasta percibimos la brisa con los ojos cerrados.
“Me hice cargo de tu luz” canta Aristimuño mientras Virasoro traza con un pincel líneas sin fin de una historia de espejos, camafeos, árboles, ojos y portales que nos abren al infinito.
Cecilia Molina, enero 2022
Verónica Virasoro nació en 1980, en Buenos Aires, Argentina. Actualmente realiza clínica de obra con Margarita García Faure y acompañamiento de proceso creativo con Mariana Vidal. Participó de las clínicas de obra con Sergio Bazán en 2006 y 2007. Se formó en el taller de Artes Visuales de Sergio Bazán del 2000 al 2005. Realizó seminario de Teoría y Crítica de Arte Contemporáneo con Hugo Petruschansky en 2004 y 2005.
Entre sus distinciones se destacan: 2013/2014 – Programa Nacional de Adquisiciones de Obras de Arte Contemporáneo Igualdad Cultural – Obra seleccionada para formar parte de la colección del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, San Juan. FNA – Beca Nacional 2008 en Medios Audiovisuales.
