Te digo: estoy intentando captar la cuarta dimensión del instante-ya, que de tan fugitivo ya no existe porque se ha convertido en un nuevo instante-ya que ahora tampoco existe.

Clarice Lispector

Mis imágenes hablan de otro tiempo, de un ritmo pausado, del instante que se escurre entre los dedos, de demorarse en lo más íntimo y frágil. Es el tiempo del ritual silencioso y nostálgico, donde se puede ver la belleza de la calma latente, donde la luz que se ve no enceguece.

La crudeza de la toma directa y la captura del momento son condiciones indispensables a la hora de componer mis imágenes.

La sola presencia de la luz natural al tomar mis fotos, la nula utilización de edición posterior al revelado y mi gran interés por la fusión entre fotografía y otras artes visuales forman parte de este viaje a la intuición, donde lo onírico y lo poético juegan un papel trascendente.

En este relato visual intento reflejar la nostalgia, la huella mínima, la insinuación, la impermanencia, los recuerdos que se desvanecen como pequeños fragmentos borrosos que permiten evocar emociones. Trabajo con el espacio vacío y lo velado, dejando entrever una realidad desdibujada que invita a la contemplación y a la reflexión.

El poder de las imágenes surge de lo que no se ve.

Con una mirada luminosa y melancólica, me interesa explorar la poética de la vida cotidiana. Para mí, la cámara de fotos es una lupa que me deja ampliar gestos de la vida íntima y de la vida en la naturaleza.

Busco sentir el silencio que revela un mundo. Que las imágenes sean un antídoto para la velocidad implacable de la vida contemporánea.

Anita Gil, Buenos Aires 2023