El jardin y su naturaleza constituyen el universo de la pintura de Romina Salem Taborda.
Este jardín infinito y con diferentes paisajes, es siempre el mismo, buscando componer poéticas paralelas entre lo que sucede en el jardín y en la vida , como el concepto japonés de aware que encuentra en “el jardín lo efímero, de todas las cosas ,la nostalgia por lo que aparece, despliega su belleza y se va.
Algo suspendido entre la presencia y la ausencia, otro volumen que se agrega a lo percibido y que esta más allá de las palabras.
En el jardin esta el universo entero, el jardin es el universo, la morada del mundo.
El óleo y su sensualidad permiten una entrega de la artista en la cual el automatismo sensible rápidamente permite que el paisaje avance, pero siempre llega el momento conflictivo en el cual la razón debe acudir e intentar recomponer el desastre y el lienzo es el campo de batalla donde se debaten el caos y el orden.