“REVIVIDOS”, Arte y Sustentabilidad III edición
Por Victoria Verlichak
Los testimonios arqueológicos del futuro son fáciles de imaginar sólo con visitar los yacimientos con restos del dispendio superfluo del presente. Con todo, hoy se registran incipientes transformaciones personales y comple- jos procesos colectivos, en los que parece que parte de la sociedad vuelve a recordar que “la tierra no perte- nece al hombre”. Las obras de Marcela Astorga, Lucas Di Pascuale, Ricardo A. Frías, Gaspar Libedinsky y Viviana Macías reflejan comprensión y compasión, antes que derroche de recursos, en trabajos con conceptos ricos y materiales senci- llos, preexistentes. De este modo, emplean ideas y elementos, sin gran significado cultural en sí mismos, pero que “reviven” y multiplican su sentido con la creación artística. Estos artistas retoman la relación arte-vida del Pop Art y del Arte Povera, pero no producen sus obras celebrando el consumo ni tampoco en respuesta al consu- mismo. Son trabajos que aspiran a humanizar la vida cotidiana y a establecer un contacto distinto con el entorno.
Marcela Astorga dibuja plantas arquitectónicas de célebres museos, cosidas con cerdas de caballo. La tensión entre la tenacidad y la fragilidad del material espeja el contrapunto escenificado en las obras. Depositarias del poder legitimador, las sedes asoman con límites imprecisos y caprichosos, a causa de la flexibilidad de las cri- nes, o tal vez como expresión del necesario debate alrededor de la institución-arte. Lucas Di Pascuale construyó veinticinco objetos con troncos, piedras, diskettes, alambre y barro, que giran en el techo de una casa abandonada en Shatana, poblado de Jordania a donde llegó por una beca. “Objetos de ciudad y de campo, individuales y comunitarios, son pequeños molinos de viento”, que se encienden por la noche; están conectados con un cable dispuesto en forma de árbol y desde las ramas surgen lamparitas que iluminan sus movimientos. Ricardo A. Frías vive en Ushuaia; isla que subraya la idea de confines. En su video, de pie frente a un atril, el ar- tista encara la cámara y, cómo quien recita una poesía, alude a la generación de residuos provocados por el dispendio insensato. Enumera, incluso, la cantidad de deshechos producidos en el país, en su deseo de revivir la responsabilidad de los seres humanos ante la naturaleza, que incita a cuidarla, con urgencia. Gaspar Libedinsky exhibe creaciones de vestimenta masculina confeccionadas con paños de algodón destina- dos a la limpieza que, ágiles e híbridos, consiguen cambiar su destino. Son trapos de piso, rejillas, franelas y re- pasadores que renacen bajo la forma de ropas deportivas y conjuntos de vestir, en los que -dice el artista y arquitecto- queda de manifiesto “el deseo intrínseco del trapo por ser una determinada prenda”. Viviana Macías transforma el limo originado en la deriva del Paraná en piezas de barro cocido que, ensambla- das, sirven para construir espacios habitables. Amiga del agua y la tierra, sabe eligir el barro más colorido por su mayor contenido de hierro. “Lo amaso en pequeños bollos y los pongo en moldes de zinc con forma de ca- sitas; las desmoldo y dejo a secar, enciendo la salamandra y cocino alrededor de veinticinco piezas por vez”.
Victoria Verlichak. Periodista, crítica y escritora, es autora de AIZENBERG (2007), Martha Peluffo. Esta soy yo (2007), Marta Traba. Una terquedad furibunda (2001), entre otros libros. Publica su columna de arte en NOTI- CIAS; Arte al Día, ArtNexus. Entre sus últimos trabajos de curaduría se cuentan “Paraguay rapé” (2011) en CC Recoleta; “Oxígeno cero” y “De orillas y límites” en ArtexArte (2011); “Todos los cuadros del mundo” (2010) de Estanislao Florido en Fundación Klemm; el envío argentino a la Bienal de Cuenca 2009 con Sub [cooperativa de fotógrafos] y Adrián Villar Rojas. Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y de la Asocia- ción Argentina de Críticos de Arte.
Los Artistas
Marcela Astorga
11 West 53 Street. 2008 Cerdas de caballo, foamboard. 120 x 50 x 12 cm. 2008
Pensando en las instituciones con poder legitimador, en las construcciones, en las fachadas como piel de las edificaciones, así entendidas por la arquitectura; decido dibujar las plantas arquitectónicas de los museos, utili- zando parte de las pieles con las que he venido trabajando, en este caso, cerdas de caballo. Me interesa lo dramático del blanco y negro, la fricción que se genera entre el encuentro de materiales: Foam- board (material sintético) + las cerdas (material orgánico). Dónde lo negro es pelo y traza una maleable e impre- cisa línea marcando el territorio. Restos del cuerpo construyendo y revelando otro cuerpo, las plantas arquitectónicas de Museos. Marcela Astorga (Mendoza, 1965) cursó Diseño en UBA y estudió con Diana Dowek. Su trabajo está incluido en la colección Museo de Arte Moderno de Buenos Aires; Museo de Arte Contemporáneo de Rosario MACRO; Fundación Jumex (México D.F.), CIFO Cisneros Fontanalls Foundation (Miami); The Zabludowicz Collection (Lon- dres); APT Artist Pension Trust (Estados Unidos). Beca de Experimentación Escénica (2001) y Subsidio a la Cre- ación Artística (2002), Fundación Antorchas. Beca a la Creación FNA (2010). Vive y trabaja en Buenos Aires.
Gaspar Libedinsky
Mister Trapo Rejilla y Repasador (detalle), de la serie Mister Trapo (2011).
La serie de obras que componen la obra ‘Mister Trapo’ (2011) traslada conceptos de la escala urbana a la do- méstica: se toma al trapo como generador de identidad a través de la creación de una serie de prendas. En este caso recorrí las góndolas de bazar y limpieza de los supermercados en búsqueda de trapos de piso, rejillas profesionales y comunes, franelas y repasadores de 100% algodón intentando descifrar que es lo que el trapo quiere ser. El resultado: una colección de 12 ‘uniformes’ masculinos ‘clásicos’ -que cubren todas las estacio- nes- confeccionados enteramente de trapos. Así, el paño de piso con trama nido de abeja de Carrefour quería ser cardigan, el repasador del Easy deseaba ser guayabera, la franela ‘Media Naranja’ de Jumbo merecía ser tapadito, el trapo rejilla profesional estaba destinado a ser un conjunto sport inglés y el trapo de piso ‘Mister Trapo’ se prestaba como un elegante traje a rayas cuando el textil era utilizado de un lado o como un conjunto de jean casual cuando quedaba expuesta su otra cara. El diseño se centraba en tres premisas: – generar las prendas y costuras a partir del modulo dado por las dimensiones de los trapos – determinar los detalles que hacen que se manifieste el trapo y aquellos que hacen que se manifieste la prenda, generando un efecto ambiguo – impregnar al trapo de deseo para que la prenda genere enamoramiento en el público. Resulta fascinante el momento en el que en nuestros hogares decidimos que tal prenda a partir de tal momento cambia de status y pasa a ser trapo. Mi obra propone invertir este proceso develando y vistiendo nuevas identidades: de ‘Trapito’ a ‘Mister Trapo’. Gaspar Libedinsky (Buenos Aires, 1976) estudió en Architectural Association (AA), Londres, donde recibió el Part 1 Medal del Royal Institute of British Architects (RIBA). Trabajó en estudio Rem Koolhaas/OMA, Rotterdam; en diseño del Campus Universitario Illinois Institute of Technology (IIT), Chicago; en Diller Scofidio + Renfro, como diseñador principal del parque High Line en Nueva York. Exhibió Arquitectura para el cuerpo en Malba (2011) y Mister Trapo en Beca Kuitca/UTDT (2011). Vive en Nueva York, Londres y Buenos Aires.
Lucas Di Pascuale
On the Roof, 2007 (Shatana). Instalación, palos, diskettes, madera, piedras, alambre, barro y lámparas.
Shatana es un pequeño poblado de Jordania que parece estar alejado del mundo. En el techo de una de sus casas coloqué 25 objetos que giran con el viento. La casa en la que coloqué los objetos está abandonada. Mu- chas personas han abandonado sus casas en Shatana. Es viernes 6 de julio y el avión en el que viajaba acaba de aterrizar en Amman. Estoy en Jordania porque voy a ser parte del Shatana Workshop. En mi valija llevo 121 diskettes de computadora que tenía abandonados en un cajón. Una persona me va a esperar con un cartel que lleva mi nombre. Al salir del aeropuerto vamos a recorrer 90 km hasta llegar a Shatana, donde me esperan com- pañeros, la noche y el viento. Los objetos que instalé en el techo de esa casa están construidos con troncos, piedras, diskettes, alambre y barro. También utilicé paletas de madera con las que disolvimos el azúcar de nuestros desayunos los participan- tes del Shatana Workshop. Son objetos de ciudad y de campo, son objetos públicos y privados, son objetos in- dividuales y comunitarios, son pequeños molinos de viento. En el techo de esa casa también coloqué un cable que dibuja un árbol cuyas ramas conectan un molino con otro y finalizan en 10 lámparas de 40 watts, que de noche iluminan el movimiento. Shatana es un pequeño poblado de Jordania que parece estar alejado del mundo. Allí fui feliz aprendiendo a trabajar con el viento. Lucas Di Pascuale (Córdoba, 1968), Facultad de Arte de UNC. Continuó formándose en residencias: La Perla (Córdoba 2011); Xepa (Belo Horizonte, 2010); Galería 80 M2 (Lima, 2009); Rijksakademie (Ámsterdam, 2008); Shatana (Jordania, 2007); Pintura alem da pintura (Belo Horizonte, 2006); TRAMA (Tucumán, 2002). Proyectos realizados: Hola tengo miedo; Colecciones; López; Ciudadano; On the Roof; Parabrisas; Conversa; Apunte Daleo y PTV. Docente y director de Sala Artes Visuales del Centro de Producción e Investigación en Arte, UNC.
Ricardo Frías
Como en caja, 2011 Video, 9 m. Idea original: Ricardo A. Frías Cámara: Alejandro Castro Filmado en Ushuaia, Tierra del Fuego
Una de las principales preocupaciones del artista Ricardo Frías es el estado de la sociedad contemporánea y de su interrelación con el ambiente, fundamentalmente el impacto que genera una actividad humana despreocupada y sin conciencia en los ecosistemas. En este contexto, la generación de residuos en forma irresponsable y el con- sumo irracional de recursos son insumos que despiertan una creatividad basada en el uso de materiales de des- carte que se revalorizan en una propuesta artística de alto impacto y valor estético. Como proyecto permanente aspira a desarrollar un lenguaje acorde a la vasta creación de conocimiento humano, ya que considera que letras y palabras son insuficientes para contener tamaña necesidad de comunicación. Por ello, ideas, sentimientos y conceptos buscan una síntesis en una simbología que a priori se presenta abstracta. Ricardo A. Frías (Tucumán, 1969) estudió Ciencias Económicas y es autodidacta en artes visuales. Exhibe desde 2007; se destacó con el video Como en caja durante la primera edición del Mes de Arte Fueguino, MAF, encuentro desarrollado en Ushuaia, en 2011. Su investigación, junto a la artista Maia Gessaga, “Educar a Us- huaia para un futuro hídrico sustentable. Estrategias frente a la desaparición de los glaciares fueguinos”, fue pre- miado por Universidad de San Gallen, Suiza. Vive y trabaja en Tierra del Fuego desde 1993. Viviana Macías Casitas de barro ( detalle), 2011 instalación – medidas variables fotografía: Mariana Poggio “A partir del “hallazgo” de unas casitas que confirman la hipótesis (ficcional) de la existencia de un pueblo origi- nario en el Delta del Paraná, que habría desarrollado una singular arquitectura de casas comunales, las revivo imaginando un nuevo uso para ellas…” “El agua me llega desde el río, oscura y profunda a veces dejando desnuda la orilla, otras. Elijo habitar la orilla del río, allí donde el agua roza la tierra allí donde la tierra se deshace en el agua.”
Viviana Macías
Es arquitecta, con la especialidad en Forma y Comunicación Visual; postgrado en Proyectación Ambiental, Universidad de Belgrano. Concurrió a los talleres de Enio Iommi, Matilde Marín, Nicola Constantino y Eduardo Médici. Exhibe desde 2000 en el país y en los Estados Unidos. Desde 2005 coordina ar- chivo vivo; este proyecto colectivo de investigación y producción en arte realiza intercambios y residencias con artistas locales e internacionales. Beca FNA (2008) para proyectos grupales.