Míster Trapo(2011-2013) By Gaspar Libedinsky Memoria de Autor
Buenos Aires es intervenida por sistemas de trabajadores informales. Sus ‘operaciones’ pasan por un proceso de transformación que oscila constantemente entre la marginalidad y la institucionalidad. Los ‘trapitos’ – o ‘cuidacoches’ callejeros – generaron su propia identidad urbana a partir de la máxima economía de recursos: su ‘uniforme’ es un ‘trapito’. El ‘trapito’ en mano los identifica como ‘trapitos’. En términos prácticos el ‘trapito’ sirve como herramienta para direccionar el tráfico al estacionar los autos. Conceptualmente se presenta como una bandera plantada, un espacio conquistado, colonizado, apropiado. Durante 8 meses cada vez que estacione mi auto y un ‘trapito’ ofreció cuidarlo, le propuse pagarle un dinero extra a la de la propina a cambio de poder comprarle su ‘trapito’. “¿Como hago para seguir laburando?” era su instintiva reacción, confirmando que sin su pedazo de tela de origen domestico estaría siendo desnudado de su identidad. ‘Vitraux’ (2011) es una tapiz compuesto por 64 ‘trapitos’ cosidos entre sí comprados a los ‘cuidacoches’ en las calles de Buenos Aires. Un ‘mapa textil’ generado a partir de 64 negociaciones individuales, 64 transacciones, donde predominan las franelas en una variedad de tonalidades naranjas. Su dimensión es de 5 x 2,5 metros, el espacio de un estacionamiento de autos, el modulo del sistema. Argentina posee una extraordinaria ‘cultura trapera’ para los quehaceres domésticos. Las góndolas de bazar y limpieza de los supermercados ofrecen un variedad inagotable de trapos de 100% algodón para el hogar: trapo de piso, franela, trapo rejilla, repasador. ‘Míster Trapo’ (2011-13) es una serie de 16 ‘uniformes’ generados a partir de esta amplia paleta de trapos, identificando que es lo que cada uno de ellos ‘quiere’ ser: el deseo intrínsico del trapo. El paño de piso con trama nido de abeja de ‘Carrefour’ quería claramente ser cardigan. El repasador del ‘Easy’ deseaba ser guayabera. La franela ‘Media Naranja’ de ‘Jumbo’ pedía ser tapado. El trapo rejilla profesional estaba destinado a ser un conjunto sport ingles mientras que el trapo rejilla pabilo deseaba ser echarpe. El trapo de piso se prestaba como un elegante traje a rayas con el textil siendo utilizado de un lado o como un conjunto de jean casual cuando quedaba expuesta su cara de trama hexagonal. Cada una de las obras de la serie esta confeccionada a partir del modulo y dimensiones de cada trapo. En un juego de ambigüedad cada ‘uniforme’ a través de sus detalles invita a que por momentos se manifieste el trapo y por momentos se manifieste la prenda. La colección genera enamoramiento. El trapo es impregnado de deseo. Resulta relevante el momento en el que en nuestros hogares una vieja prenda gastada pasa a ser trapo. Mi obra propone invertir este proceso revelando nuevas identidades: de ‘Trapito’ a ‘Míster Trapo’.