Construcción de una práctica: el taller como Obra
La obra de Gaspar Libedinsky opera en el espacio público y privado mediando entre la escala urbana y la intimidad del cuerpo.
Tras el paso por la Beca Kuitca/UTDT y su escala en un edificio en demolición, y una vieja estructura ferroviaria en los mårgenes fisicos y sociales de la ciudad, el taller ‘itinerante’ de Gaspar Libedinsky se apropia actualmente de la ex Universidad Di Tella como espacio de producción y exhibición.
Paradójicamente, la falta de estabilidad de su espacio-taller forman parte de su aspiración por hacer de su estudio su obra principal, entendiendo el ‘taller’ no como espacio físico sino como el diseño y construcción de una ‘práctica’ que genera su propio lenguaje y mecanismos de producción. El taller se desvanece. Las ideas quedan.
Gaspar Libedinsky moldea argumentos como materia prima de sus obras que se desarrollan en torno a la temática de la ciudad y la domesticidad, la apropiación del espacio por el individuo y la generación de identidades urbanas. Su obra genera en una inicial aproximación una ‘emoción primaria’, como la reacción desintelectualizada de un niño ante la fantasía. La experiencia se prolonga y cobra nuevas dimensiones al descubrir su complejidad y multiplicidad de capas.
Como en un atelier renacentista, del taller de Gaspar Libedinsky salen procesadas con el mismo rigor obras mínimas de la escala de un par de pantuflas o monumentales como el obelisco porteño.