K29201 Movimiento #67
K29201 Movimiento #67
Acrílico sobre tela
140 x 139 cm
2022
K29200 Movimiento #69
K29200 Movimiento #69
Acrílico sobre tela
190 x 134 cm
2022

FEDERICO TELERMAN

STATEMENT

Nací en 1988, en Buenos Aires. Crecí entre Washington DC, París y La Habana. Mi infancia estuvo marcada por los viajes y las mudanzas. Producto de la vida laboral de mis padres fui cambiando de mundos, de amigos, de idiomas, de costumbres, y cada estadío se transformaba en mi nuevo presente. Muchas veces me vi obligado a reemplazar la nostalgia de lo dejado atrás por el ímpetu de introducirme en lo desconocido. El cambio constante me hizo ser quien soy, me hizo ver las cosas como las veo. Ser extranjero fue parte de mi vida, y seguramente lo sea para siempre.

Nada, por más que parezca, está quieto. Cada pequeño momento que vivimos es movimiento. Movimiento de un estado a otro, de una emoción a otra, movimiento de realidad, de cuerpo, de piel, de amores, de vida a muerte. Estamos en constante cambio. Incluso los recuerdos se mueven. Nos olvidamos de cosas, agregamos otras, completamos las historias, idealizamos lo irrelevante y olvidamos lo importante. ¿Qué es lo que hay entre las cosas, entre el hecho y el recuerdo, entre frío y el calor, entre el nacimiento y la muerte?

Hace algunos años vengo trabajando con gestos drásticos, corpóreos. No utilizo pinceles sino los dedos y las manos. El gesto físico funciona como rastro, es la prueba más fiel de que estuve ahí. Del movimiento. A menudo pienso en la relación entre la pintura y la naturaleza. ¿El acto de pintar es una representación, un homenaje a las
fuerzas naturales o es el acto de pintar la fuerza en sí misma? Es decir, ¿representación o encarnación? Considero que mi trabajo no es la representación sino la encarnación del movimiento. Por eso elijo la abstracción como lenguaje. Es un idioma que me permite, más que representar el fuego, ser el fuego. Más que representar una cascada, ser ese agua que cae. Me siento cómodo hablando el idioma abstracto porque es así como consigo traspasar el límite que tienen las palabras y las cosas. Es en lo abstracto donde logro verme cara a cara con el movimiento. Con eso que existe entre las cosas. Es un ejercicio dinámico en sí mismo, opera de la misma manera que lo hace el agua de un río, el fuego de un incendio, el viento en un pastizal. El movimiento es lo que me hace sentir vivo, por ende mi interés plástico está puesto ahí.

Federico Telerman (2022)

SOBRE LOS SUEÑOS DE FUEGO

En mi infancia, al verme en situaciones amenazantes me imaginaba un fuego interno, un fuego que se ramificaba y mutaba eternamente. Era una imagen de seguridad que me aparecía en los sueños. Hoy el fuego vuelve a mi trabajo como fuente de inspiración. Trabajo sobre ese imaginario que tenía de niño, y por ende sobre lo inatrapable. Al igual que los sueños, el fuego no se deja capturar: está en constante cambio. Su naturaleza es mutar. No hay dos estadíos iguales, su única forma es el movimiento. Trabajo con gestos drásticos, rápidos y físicos. Todo se mezcla en una danza en la que las formas aparecen y luego se desdibujan. Estoy convencido de que la verdad y la belleza existen en lo inatrapable, que paradójicamente, es tan mío que no puedo más que convertirme en ello. Cuanto más pinto más me doy cuenta de que no hay punto de llegada sino de partida. Solo hay acción. No puedo representar sino interpretar. Llegar al fuego es ser ese fuego. Revivir un sueño es volver a soñarlo.

Federico Telerman (2022)

   Imprimir
   Imprimir