K28488 Hogar
K28488 Hogar
Acrílico sobre tela
150 x 140 cm
2020
K28489 La Piedra
K28489 La Piedra
Acrílico sobre tela
110 x 100 cm
2018
K28492 Protector
K28492 Protector
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2020
K28491 Templo
K28491 Templo
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2020
K28490 Transportador Místico
K28490 Transportador Místico
Acrílico sobre tela
100 x 90 cm
2015
K28550 Visión
K28550 Visión
Acrílico sobre tela
150 x 150 cm
2020
K28646 Otro mundo
K28646 Otro mundo
Acrílico sobre tela
150 x 150 cm
2020
K28733 Tercer ojo
K28733 Tercer ojo
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2020
K28738 Pasaje
K28738 Pasaje
Acrílico sobre tela
150 x 150 cm
2020
K28735 A través
K28735 A través
Acrílico sobre tela
120 x 120 cm
2021
K28736 Ritual
K28736 Ritual
Acrílico sobre tela
120 x 120 cm
2021
K28828 El castillo
K28828 El castillo
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2021
K28982 Luminosa
K28982 Luminosa
Acrílico sobre tela
130 x 130 cm
2021
K28983 Fuente
K28983 Fuente
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2017
K29121 Estrella con altar
K29121 Estrella con altar
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2022
K29122 Estrella templo
K29122 Estrella templo
Acrílico sobre tela
130 x 130 cm
2022
K29123 Estrella con lago
K29123 Estrella con lago
Acrílico sobre tela
140 x 140 cm
2022

Alejandro Gigli

“Es cierto que a primera vista la obra de Alejandro Gigli parece adecuarse a la categoría incierta de abstracción geométrica. Sus pinturas generan espacios despojados y silenciosos como la capilla de Mark Rothko en Houston, e invitan a adentrarse en un tiempo suspendido. Las perspectivas logradas con planos de color parecen afirmar la existencia de realidades múltiples, más allá de lo que el ojo humano puede percibir. Los espacios se abren hacia abajo como invitando al héroe a descender a los infiernos, o por el contrario invitan a elevarse como lo hace el cóndor o el águila, por nombrar algunas aves sagradas que simbolizan el ascenso del espíritu. En sus pinturas no son raras las alusiones a los portales, como el tori sintoísta, el pórtico de las catedrales románicas o la Puerta del Sol (Tiwanaku), como una forma de traspasar de un espacio profano a uno sagrado, de lo cotidiano a lo mágico, de lo temporal a lo atemporal. Detrás de una apariencia simple, de intersección de planos de colores, las pinturas de Gigli esconden la posibilidad secreta de abrir la percepción a múltiples dimensiones, son arquitecturas que trascienden la anécdota o la historia para sugerirnos un punto de encuentro con lo inefable”, Julio Sánchez.

   Imprimir
   Imprimir